Por: W.White
“Mojarraloca y Tercilia, temiendo a las habladurías y a la complicada idiosincrasia de Pueblo Bonito, se casaron en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Guamal el día 27 de octubre de 197… a las tres de la tarde después de una odisea que los llevó a tener como únicos testigos de la boda al chofer del destartalado willys, sobrevierte de la guerra de Hitler, que los llevó expreso desde Mompox y que por esas ironías de la vida, nunca jamás su nombre supieron.
El otro paraninfo fue el agente de la policía Arturo Bohórquez que gustaba de llevar los revólveres de palo con las cachas hacia adelante como los legendarios pistoleros del far west y quien días antes lo tuvo encadenado cuando se agarraron a puño limpio muy cerca al monumento del prócer Santander, en la plaza pública, peleando los encantos de una hermosa maromera de circo”. Así empieza el último trabajo de Joce Daniels llamado El Millero Encantado, libro de 145 páginas que contiene 12 capítulos que rematan con un nostálgico epílogo.
El otro paraninfo fue el agente de la policía Arturo Bohórquez que gustaba de llevar los revólveres de palo con las cachas hacia adelante como los legendarios pistoleros del far west y quien días antes lo tuvo encadenado cuando se agarraron a puño limpio muy cerca al monumento del prócer Santander, en la plaza pública, peleando los encantos de una hermosa maromera de circo”. Así empieza el último trabajo de Joce Daniels llamado El Millero Encantado, libro de 145 páginas que contiene 12 capítulos que rematan con un nostálgico epílogo.
Joce Daniels escritor prolífico, cuya prosa desbordante describe lugares y personajes del Caribe que parecen salidos del capricho de los dioses, nació “una noche de farotas, tambores y chandé” el 28 de julio de 1948 (Fernando Fernández), exactamente en la Mojarrita, “una lancha de mala muerte que hacía su recorrido periódico entre Magangue y Barrancabermeja”, y cuyo “parto lo atendió la señora Dorotea, comadrona que fue contratada para la ocasión” (El Millero Encantado, páginas 8-9).
Pero otra es la versión que el periodista Libardo Múnoz tiene sobre este mismo hecho. Dice el columnista que Joce Daniels nació “justo cuando una ventisca se llevaba los techos de palma del pueblo y Dona, su madre, se acordaba, en los dolores del parto y los truenos de la tormenta, de sus antepasados que dormían para siempre bajo la polvareda del cementerio”(El Universal).
Tal parece que los hechos que rodean el nacimiento de Daniels no están muy claros, al menos así queda entendido al leer la nota autobiográfica del “Millero encantado” y la del periodista Múñoz. Que haya nacido una noche de invierno, una noche de farotas o en una canoa de mala muerte y que lo haya atendido una partera, poco importa ahora. La verdad es que Daniels, es una de las plumas prominentes del departamento de Bolívar. El hijo de Dona y Don Tomás escribe como sueña. De ahí que sus cuentos, antologías, crónicas y relatos vuelan libremente sin que, ni el espacio ni el tiempo, los detenga. En sus historias el humor y lo mítico se conjugan magistralmente, sirviendo de pretexto para tejer historias que se van envolviendo como bolas de hilo que luego se desenvuelven con sólo halar una de sus puntas. Así es Daniels, un enamorado del mundo mítico; pero que al escribir no desprecia nada de la realidad del Caribe, y en especial, la de Talaigua Nuevo, su patria chica.
Las historias que cuenta Daniels son ricas en referencias políticas, económicas, geográficas, míticas e históricas. De ahí que leer a Daniels es un imperativo para todo aquel que desee ahondar en el complejo mundo del hombre Caribe.
Cartagena, 2006.
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